viernes, 25 de abril de 2014

Amor extrafantástico

Extrafantástica, el programa de Radio 3, ha hecho algo precioso (otra vez), en esta ocasión se ha ido dando un paseo por el diccionario de la Real Academia comenzando y acabando por el amor.
Quizá sea algo que yo hago frecuentemente, saltar de una palabra a otra con la esperanza de enamorarme de otra palabra del día, pero aún no lo he hecho de manera tan lírica y bonita.
Aquí lo tenéis, disfrutad:

jueves, 10 de abril de 2014

dogal

(Del lat. ducāle, ronzal).
1. m. Cuerda o soga de la cual con un nudo se forma un lazo para atar las caballerías por el cuello.
2. m. Cuerda para ahorcar a un reo o para algún otro suplicio.
3. m. Lazada escurridiza con que se comienza la atadura de dos maderos.
con el ~ a la garganta, o al cuello.
1. locs. advs. En gran apuro y dificultad.


Porque sólo llevamos la soga al cuello si es gruesa y de esparto, si es de cualquier otro material o fina, hay que llamarla dogal.
Y esto me recuerda a una entrada antigua Los palos de ciego también dan agujetas.
Poco más que añadir.

martes, 8 de abril de 2014

Bangor, la ciudad* maldita

Mi primer podcast (con errata incluída):


Me dejo mucho que escribir sobre ella, pero ahora voy a retratar sólo uno de los aspectos de Bangor (Gwynedd) especialmente significativo para la comunidad internacional.
Bangor está maldita.

Vayamos al origen:
Nada más llegar a la ciudad ya hay alguien que te recluta / acoge. Acto seguido todo se convierte sin que te des cuenta en una sucesión de dos tipos de fiesta: la fiesta de despedida y la fiesta de inauguración de piso. También hay alguna que otra fiesta de cumpleaños, pero no son las más importantes ni mucho menos las más frecuentes, y algun evento puntual sea Eurovisión, barbacoa porque hace sol, ... Despedida e inauguración ganan por goleada, y es que en Bangor siempre hay gente yéndose y viniendo.
Luego, cuando ya llevas un tiempo te conviertes en el reclutador / acogedor y se van cerrando los ciclos. Ya sientes la ciudad como tuya, sobre todo cuando llevas tiempo fuera de tu ciudad natal y se te produce la revelación que hay más gente que te reconoce y saluda por la calle en Bangor que allí de donde vienes. Y es que Bangor es más que pañuelo moco, y más vale que te quedes bien con las caras, pues no verás a la misma gente siempre en los mismos lugares, sino que te encontrarás a cualquiera en sitios muy diferentes, lo que es uno de sus principales encantos y desencantos al mismo tiempo.

Bueno, y de la maldición, ¿qué?.

jueves, 3 de abril de 2014

la Merengada

La Merengada es una fiesta local que se debería exportar. De pequeña me sorprendía cómo otros podían no tenerla. Se celebra en Dijous Gras y consiste en salir a la calle y llenar a todos de merengue. ¿No es genial? Ese día es como la película La Purga, pero sin matar a nadie. Puedes sacar tu gamberro interior y llenar de merengue a alguien que no te cae bien o a quien te gusta, si total, son juegos de niños. Persecuciones, escondites, estrategias...



before

Sales a la calle, con un chubasquero y un poco de miedo. Todas las superficies van quedando blancas. También habrá quien se empeñará, cada año, en estampar un huevo en el parabrisas de un autobús; lo que debe ser una gozada, aunque no deje de ser gamberrismo. Llevas algunos merengues y algún huevo caducado o dinero para comprar más. Intentas vigilar, pero el gorro del chubasquero es una gran limitación. Sin embargo no servirá de nada, pues a la que te vean, lo primero que harán será bajarlo, y luego asegurarse que tendrás un cabello sedoso mañana, aunque notes como resbala algo viscoso por tu espalda.
Es una de esas cosas con que sufrías lo mismo que disfrutabas, pero que pasado el tiempo sólo queda la sensación de que era la hostia.
Después de ser perseguido y perseguir, intentar acceder a un trozo del pastel gigante con empujones y chafamientos, toca recogerse. Y si vives en un tercero con poca presión y todos tus vecinos se están duchando para eliminar la costra blanca que han conseguido en unas horas, te tocará esperar para bañarte.
Al día siguiente las calles huelen a huevo: ¡Es Carnaval!

after

Ahora han prohibido los huevos y la espuma de afeitar. Tiene sentido. A cambio los niños van con bolsas tipo manga pastelera llena de merengue. Parece más civilizado. Siguen habiendo empujones y chafamientos para acceder al pastel, siguen las persecuciones, las tuberías de casa de mis padres ya son nuevas, y ya me podría duchar del tirón, pero ya no consigues un pelo brillante al día siguiente.
Sin embargo, como la merengada ya tiene unos años (según la Wiki desde 1972), los primeros niños que la celebraban también, así que han sacado la Merengada para adultos. Es entendible, teniendo en cuenta el ansia de nuestra generación por recordar cosas de la juventud, revivirlas y coleccionarlas. Y yo me muero de ganas de ir a una.
















beginnings 

La Merengada comenzó por un anuncio de una pastelería, que sacó un merengue gigante y dejó que los niños jugaran. Lo repitieron cada año y se extendió a otras pastelerías y a otros pueblos, por lo menos a Les Roquetes (que aunque por aquel entonces (ahora no tengo ni idea de cómo está el tema de la UMD (Unitat Municipal Descentralitzada)) era un barrio/pedanía de Sant Pere de Ribes, por su localización (ni toca a Sant Pere y está pegado a Vilanova) mucha gente pensaba que pertenecía a Vilanova).

rusticar

(Del lat. rusticāre).
1. intr. Salir al campo, habitar en él, sea por distracción o recreo, sea por recobrar o fortalecer la salud.

Así que te pueden prescribir rusticar o puedes hacerlo por ocio.

En Cataluña y Extremadura por lo menos rusticamos cada lunes de Pascua, cuando vamos a comer la Mona al campo.

Y en Vilanova y alrededores también rusticamos el día de la Merengada para comer xató, tortilla y lanzar merengues. No sé si los colegios habrán dejado de hacerlo ya, el llevar a un rebaño de niños peligrosos a un lugar del que se te pueden escapar para hacer el gamberro. En cualquier caso me encanta saber que la Merengada sigue en pie. Y no sólo para los pequeños, afortunadamente, como los que ahora somos mayores crecimos con ella, y siempre está ese sentimiento de melancolía y ese intento de recobrar cosas de tu juventud/niñez, hay una versión para gente de nuestra edad, para hacer "sesión remember" y  poder disfrutar de cosas para niños adaptadas a que niños ya no somos. Y teniendo en cuenta que la Merengada consiste en tirar merengues (que en mi época ya se había extendido a los huevos y hasta espuma de afeitar) a otros en la calle... no es apropiado que gente de 30-35 años vaya haciendo de abusón con los niños.